¿Jorge Flies enfrenta su momento político más complejo desde que asumió el Gobierno Regional?
El gobernador regional de Magallanes, Jorge Flies, atraviesa una de sus etapas más difíciles desde que comenzó su segundo periodo al mando del Gobierno Regional. Diversas fuentes políticas y sociales coinciden en que su capacidad de articulación y liderazgo se ha visto seriamente desgastada en el último tiempo, al punto de generar fisuras entre quienes hasta hace poco integraban su círculo más cercano de apoyo.
El rechazo del Consejo Regional a la propuesta de Zonificación del Borde Costero, donde incluso algunos de sus habituales aliados votaron en contra, fue una señal clara del momento político que vive la máxima autoridad regional. La decisión no sólo representó un traspié administrativo, sino también un síntoma de la pérdida de cohesión que enfrenta la gestión de Flies.
A lo anterior, voces cercanas a la administración apuntan a diferencias internas y una creciente distancia con los partidos políticos que alguna vez respaldaron su conducción. Por ejemplo, los dos consejeros de Tierra del Fuego rechazaron la propuesta de zonificación presentada por la máxima autoridad regional. Rodolfo Cárdenas (PR) presidente local del partido que lo ha llevado como candidato en sus últimas elecciones, y Andrés López (PPD) que generalmente sigue las decisiones del gobernador. Asimismo, solamente tuvo tres votos que acompañaron su propuesta (más el sufragio del propio Flies) que fueron el de Juan Morano (DC), Ximena Montaña (IND-FA) y Arturo Díaz (FA).
Pero según fuentes consultadas, lo que más ha afectado al gobernador es el incumplimiento de compromisos adquiridos con distintos actores locales, lo que ha derivado en un quiebre de confianzas que, en un territorio pequeño como Magallanes, se hace especialmente evidente. Y en política, claramente cuando se hacen compromisos y luego no se cumplen los complementos comienzan a fallar. Ni hablar del tema hidrógeno verde, donde cada vez se le ve y escucha menos hablando del tema que había tomado como bandera propia.
Aunque Flies ha buscado proyectar una imagen de continuidad y estabilidad, lo cierto es que su segundo periodo ha carecido del impulso político que marcó su primera gestión. Los consensos se han vuelto más difíciles, y varios consejeros regionales, incluso de sectores históricamente cercanos, han comenzado a tomar distancia, aunque sin decirlo ni demostrarlo públicamente.
En paralelo, se espera que en las próximas semanas la justicia se pronuncie respecto del caso ProCultura, lo que podría tener nuevas implicancias para el Gobierno Regional. En este contexto, la figura de Flies y de la propia administración se vería tensionada.
A menos de la mitad del segundo mandato, Jorge Flies enfrenta el desafío de recomponer confianzas, ordenar a su equipo político (si es que alguna vez ha existido dicho equipo) y recuperar la iniciativa, en un escenario donde las señales de desgaste son cada vez más visibles y los apoyos, cada vez más escasos.
Redacción ZonaZero.cl
