Megaproyecto de US$16 mil millones de TotalEnergies enfrenta 670 observaciones
El megaproyecto de hidrógeno verde impulsado por TotalEnergies en la Región de Magallanes —valorado en cerca de US$16 mil millones— enfrenta un nuevo obstáculo en su tramitación ambiental, luego que el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) consolidara 670 observaciones al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado por la empresa.
El número representa una filtración desde las más de 1.900 observaciones originalmente ingresadas durante el proceso de participación ciudadana, y agrupa las principales dudas y cuestionamientos técnicos, ambientales y sociales sobre una de las iniciativas energéticas más ambiciosas del país.
Sin embargo, fuentes del proceso destacan que la mayoría de las observaciones no provienen necesariamente de vecinos de la comuna donde se emplazaría el proyecto, sino que en su mayoría están vinculadas a ONGs, fundaciones, académicos y activistas ligados al ambientalismo y el ecologismo. Esta situación ha abierto el debate sobre el alcance y uso del mecanismo de participación ciudadana, que en la práctica permite presentar observaciones desde cualquier punto del país, e incluso desde el extranjero.
Entre las inquietudes recogidas destacan los riesgos sobre ecosistemas subantárticos, áreas protegidas y modos de vida tradicionales, así como el cumplimiento de compromisos ambientales por parte de TotalEnergies. En el informe del SEA se citan antecedentes internacionales que generan desconfianza pública respecto del historial de la compañía, recordando episodios como el derrame del buque Erika en 1999, las acusaciones de ocultamiento de información científica sobre cambio climático desde la década de 1970 y las críticas al oleoducto EACOP en África, fuertemente cuestionado por su impacto en comunidades locales y ecosistemas sensibles.
Estos antecedentes, señala el propio documento, “generan preocupación en la ciudadanía respecto a la fiabilidad de TotalEnergies en el cumplimiento de compromisos ambientales en Magallanes”, subrayando que la región alberga ecosistemas prístinos y comunidades locales con modos de vida tradicionales.
En paralelo, el proceso ha reavivado la discusión sobre la “permisología”, término con el que distintos sectores productivos describen la excesiva carga regulatoria y la facilidad con que pueden presentarse reclamaciones o solicitudes de revisión que ralentizan proyectos de inversión. Algunos expertos sostienen que el caso de TotalEnergies ilustra el nudo burocrático que ha trabado por años la ejecución de grandes iniciativas en Chile, incluso en sectores estratégicos para la transición energética.
Con esta consolidación, la empresa deberá responder a las 670 observaciones admitidas por el SEA en una próxima etapa del proceso, lo que podría extender aún más los plazos de evaluación ambiental del proyecto y retrasar su eventual construcción.
Redacción ZonaZero.cl
