Su importancia radica en que esta reemplazaría a los planes especiales de desarrollo de zonas extremas (PEDZE) vigentes.
Los anteriores, concebidos el año 2014 como una medida de apoyo extraordinaria del Estado, para reemplazarlo por un programa de acompañamiento permanente con un marco institucional más robusto.
Respecto de esto, el presidente Boric dijo que “debemos pensar en el bienestar de la ciudadanía y no en cómo nuestro sector (político) gana para que el otro pierda”.
La autoridad además destacó la “organización popular de vecinos y vecinas” debido a su importare rol de “reconstruir el tejido social en Chile”.
El presidente por otra parte habló de las medidas concretas y proyectos que se tienen pensadas para las zonas extremas.
“En el segundo Gobierno de la presidenta Bachelet se creó excepcionalmente un plan de desarrollo para zonas extremas. Hoy quiero anunciar que el encargado a nuestro subsecretario al desarrollo regional, Miguel Crispi, que el plan de desarrollo pase a ser una política nacional y pública permanente”, aseveró Boric.
Esto implica “una cuantiosa suma de recursos” que serán administrado no solo por La Moneda, sino que además por los Gobiernos Regionales.
Esta nueva política establecerá criterios de ingreso y egreso, metodologías especiales de evaluación social, junto con lineamientos de acción en los planes y mecanismos de financiamiento.
Al mismo tiempo, se informó que el país se va a desarrollar en la medida en que se tenga inversión, proyectos y educación en las regiones, incluyendo las zonas extremas. Así, reiteraron «estamos avanzando en terreno con el fin de desplegar nuestro compromiso en pos de la descentralización y el fortalecimiento de territorios».
