Mal que les pese a algunos, la discusión central en Magallanes no es por el medioambiente sino por el desarrollo sustentable.

Si se tratara pura y exclusivamente del tema ambiental como algunos líderes políticos locales y nacionales parecen querer instalar, entonces podría iniciarse un progresivo despoblamiento de la región para evitar que la naturaleza sea tocada por la humanidad.

Por esto es que se discute el progreso en el marco de la naturaleza porque sin esta no seríamos.

Difícil echarnos a todos, pero hay quien empuja la utopía.

Bastante de esto se planteó en el último AquaForum que se realizó en el Hotel Dreams de Punta Arenas el jueves recién pasado. También se mencionó fuerte el centralismo y se apuntaron sus defectos.

Porque las proyecciones de progreso en Magallanes están basadas en el progreso mismo de la industria salmonera. Una industria donde Chile tiene el privilegio de liderar rankings de producción compitiendo con el primer mundo. Se suma el salmón al cobre, al vino, formando una trilogía potente que trae miles de millones de dólares al país. Con los salmones y el turismo, Magallanes posee dos claves del comercio internacional.

Y ya sabemos lo que sucede cuando a un país no le ingresan dólares. Basta mirar hacia el costado, la Argentina, para entenderlo rápido.

Se estima que en Magallanes la industria del turismo mueve unos USD 300 millones anuales; por su lado, la industria salmonera registra 400 millones anuales. En números macro, por el turismo en todo el país se generan unos USD 6500 millones, mientras que los salmoneros alcanzan los USD 5200 en exportaciones.

Su desaparición, como reclaman los grupos más extremos, requerirá de parte de varios gobiernos por venir y de este sobre todo, de una colosal ingeniería comercial, social y porqué no cultural para compensar la pérdida.

De algún modo llegamos al punto en que “o eres verde o no lo eres en absoluto”. Ni por asomo se puede considerar esta división de aguas. No es real y perjudica a la mayoría.

Para convertirse en un país desarrollado donde no haya pobreza y diferencias sociales críticas, Chile necesita utilizar su abanico de sus recursos. En estos se incluyen su naturaleza y también su “don de gentes” y capacidades de negociación, entre muchos otros.

Sólo el diálogo inteligente y equilibrado podrá encontrar, ojalá pronto, una solución a los conflictos que hoy limitan el desarrollo de esta y otras industrias en Magallanes. Estigmatizar cualquier industria es un lamentable error de cálculo.

A continuación el parte de prensa referido al AquaForum 2022 elaborado por el área de

Comunicaciones de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes.

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AquaForum 2022: El futuro de la salmonicultura y la posibilidad de alimentar al planeta en pocos años

A lo largo de una intensa jornada empresas, funcionarios, representantes políticos, científicos y trabajadores, entre otros, participaron de la última edición del AquaForum 2022 en instalaciones del Hotel Dreams de Punta Arenas.

El título convocante de este encuentro fue “Maritorio Patagónico: Desafíos del Sur Austral”.

Una idea que tiene especial relevancia en estos tiempos.

El desafío introduce al futuro. A sus preguntas. ¿Cuál es el futuro de la salmonicultora? ¿Qué formas tendrá ese futuro?

Cómo bien subrayaron algunos de los expositores, la industria salmonera enfrenta un nuevo escenario políticos y social.

Una ciudadanía especializada exige conocer más sobre los procedimientos de la industria, mientras que nuevas generaciones de trabajadores de todo orden, desarrollan sus carreras y sus vidas vinculados a la piscicultura.

En este contexto Chile se ha convertido en una potencia exportadora mundial de salmón.

Una vez más, cómo señaló Carlos Odebret, presidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes, la industria debe encontrar soluciones a nuevas problemáticas y todo indica que lo logrará.

En ese mundo por venir, en el que ya en 2050 habrá 10.000 millones de personas, la salmonicultora puede y debe tener un papel protagonista.

El presidente de SalmonChile, Arturo Clement, recordó que el planeta no solo necesitará mayor volumen de alimentos sino también de calidad superior.

Tal como ha escrito el historiador Yuval Noah Harari, en el último siglo las civilizaciones se han vuelto más y más eficientes en materia de producir alimentos sobre estructuras sustentables.

En este sentido, la salmonicultora tiene mucho que decir.

El alcalde de Punta Arenas Claudio Radonich, propuso al sector cumplir un rol en su vínculo con los vecinos. A ser proactivos y establecer relaciones de mutua confianza.

En definitiva, crecer juntos como sociedad.

Lucia Andrea Uribe, representante de la Comunidad Kawésqar Kskial de Puerto Natales, resaltó un aspecto que afecta la imagen del sector ante la comunidad: hay que dejar de ser una industria silenciosa y relatar los esfuerzos y los avances que se logran constantemente en el sector, propuso.

Mientras que Nibaldo Inestrosa, director Centro de Excelencia en Bio Medicina de Magallanes (CEBIMA), insistió en profundizar la investigación científica dedicada a la industria.

Una industria más avanzada que reduzca impacto y pueda canalizar su energía en diversas oportunidades.

Un aspecto que tomó como bandera el presidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes, Carlos Odebret.

Odebret propuso ser resilientes, corregir errores, mejorar y seguir adelante.

Desarrollo sustentable, vínculo con las comunidades, investigación científica y participación protagónica, son algunos de los temas que se discutieron en el último AquaForum 2022.

Probablemente más que nunca era necesario un diálogo amplio del sector. Y este fue el momento correcto.