Dice la leyenda que siempre es mejor matar al mensajero que confrontar el mensaje. Mejor cerrar los ojos a la realidad que hacer algo con ella.
Por estos días, el municipio y un medio que lo milita con vocación fanática han optado por atacar a la prensa y a sus periodistas antes que aceptar que se vienen cometido desprolijidades en su interior que los mismos administran hoy, la alcaldesa Antonieta Oyarzo, por cierto, le facturaban al ex alcalde Fernando Paredes.
Para Oyarzo y sus colaboradores sin firma o identidad, la prensa desinforma sobre un caso que incluye no sólo al municipio de Natales o a la Alcaldía Ciudadana sino a otros 8 municipios más.
Se trata de la sospechosa y secuencial firma de contratos directos entre la ONG jurídico ambiental FIMA y un grupo de municipalidades que tiene simpatía con el gobierno nacional por $68 millones.
Contraloría General de la República ya invalidó el acuerdo realizado entre el municipio de Nuñoa y FIMA.
La pregunta es qué ocurrirá aquí puesto que la Alcaldía Ciudadana no logra explicar qué sucedió con el contrato directo por el que ya pagó 3,5 millones (aproximados de un total adeudado de 7 millones también aproximados en palabras del municipio) y quedó inconcluso.
¿Devuelven la plata? ¿Y por qué se frustró? El comunicado oficial sólo dejó dudas al respecto.
Mientras tanto comienzan los ataques personales. Los agravios duros y las mentiras. Curiosa conducta de los periodistas militantes de la “Pili” tomando en cuenta que ella denostaba estas prácticas en sus días de candidata.
Este cronista ni Zona Zero han atacado personalmente a Oyarzo. Se apunta contra una acción poco clara y contra un administración sin brillo, tal como se escribió días atrás.
Tal vez no sobre decir que en los días en que Zona Zero atacó con información al ex alcalde Paredes la alcaldesa y sus militantes informativos le palmeaban las espalda al medio y sus cronistas. Hoy que reciben la crítica del mismo medio y con notas firmadas por los mismos periodistas, el medio y sus profesionales son catalogados de “seudo periodistas”, operadores, mala gente, en general y con nombre y apellido.
El cronista que escribe estas líneas también supo generar contenidos para la alcaldesa cuando era candidata. Aquí no existen rencillas personales sino contraste de datos.
Cada línea en donde son insultados y despreciados los periodistas que dieron la noticia de FIMA y que afirmaron que Natales atraviesa una época sin proyectos y mediocre, en general, desde que asumió Oyarzo, no hace más que afectar la imagen de la propia alcaldesa.
Habla pésimo de su energía política y su impronta. Es de presuponer que alguien está hablando por ella, tomando en cuenta el tono y el nivel de agresividad con que se agrede, “su” periodista parece más un familiar, un amigo o un militante de trasnoche que un profesional.
Pero el mejor remedio para este padecimiento es más: más información, más datos, más detalles, más fotografías.
Serán días divertidos de cara a las elecciones de 2024. Desafiantes. Habrá mucho para contar de parte de quienes conocen la cocina de los actores.
