«Rodrigo, ¿Cómo se consigue que los políticos puedan escucharnos? ¿Cómo se hace para que te tomen atención, cómo se cultiva esa paciencia?». La pregunta fue del presidente de la Asociación de Bancos, José Manuel Mena, al moderador de una de las charlas, el ex diputado Rodrigo Álvarez, en el encuentro de los más importantes empresarios del país que se reunieron en Punta Arenas durante esta semana. Medio entre risas y sorpresa, Álvarez intentó responder ajustándose a su rol dialogante. Pero la realidad era que ni el delegado presidencial, José Ruíz, ni el gobernador regional de Magallanes, Jorge Flies, participaron activamente en el importante e histórico encuentro.
Cabe señalar, que ambas autoridades regionales sí se dieron cita en el acto inaugural, pero posteriormente no se hicieron parte. El mismo Flies pronunció algunas palabras el día que partía el evento, pero no se le vio en ninguna de las charlas y tampoco sostuvo encuentros oficiales con empresarios. Menos lo hizo el delgado presidencial. Todo lo contrario hizo el alcalde de Punta Arenas, Claudio Radonich, quien se mantuvo presente desde el inicio hasta el fin de los encuentros que se llevaron a cabo.
Poco se entiende que las máximas autoridades de la región se hayan restado tan notoriamente de una oportunidad que pocas veces se da. Vale decir que ni siquiera en el encuentro empresarial ENADE se reúnen tal cantidad de representantes de las más importantes actividades económicas del país. Era una ocasión histórica y muy especial. Y donde había que aprovechar cada reunión, charla, encuentro, y al mismo tiempo haber llevado adelante reuniones para acordar y avanzar en el desarrollo de Magallanes. Pero no fue así.
Incluso en la cena inaugural, donde se reunieron esa noche todos los participantes de la actividad, el gobernador Flies estuvo unos minutos y luego se disculpó de no quedarse por «temas de agenda». El delegado presidencial por su parte no asistió.
Era aquella oportunidad, en el fragor de una cena, y con sobremesa incluida, para conocerse mejor, entablar buenas relaciones y conversar sobre los distintos puntos de vista que pueden tener unos y otros.
Pero tampoco sucedió. Era la ocasión para hablar de desarrollo, de inversiones, de sincerar posiciones, y de intentar comenzar a abrir puertas para preocuparse de lo que viene. Pero también de lo que está pasando a nivel local. Los números no mienten, y la realidad del decrecimiento en la economía regional está pegando más fuerte que nunca en todos los ámbitos. Ni hablar del desempleo, y de las negativas proyecciones que se hacen desde distintos rubros.
¿Por qué se le vio tan ausente al gobernador Flies en el encuentro de empresarios más importante que se ha realizado en Magallanes y en el país desde hace muchísimo tiempo?
Cabe mencionar, que fueron más de 150 los asistentes que estuvieron en la cumbre empresarial convocada en Punta Arenas. Era una jornada clave.
Una actividad que fue liderada por el empresario Andrés Montero, apoyada por la Confederación de la Producción y del Comercio y también por el municipio de Punta Arenas.
Entre los asistentes estuvieron Renzo Corona, socio principal de PwC Chile; Jorge Claro, presidente del Grupo Prisma; Felipe Covarrubias, gerente general Cervecería Austral, Sebastián García Tagle, gerente general de Carozzi, todos los representantes de la industria de la salmonicultura y de la pesca en general a nivel nacional y local, dirigentes de la CPC, el líder de la Asociación de Bancos, y una extensa lista que cuesta encontrar en otros encuentros.
Resulta sorprendente la falta de visión y voluntad para encontrarse y dialogar. Bien se preguntaban muchos de los empresarios en las diversas actividades: «¿Dónde está el gobernador?», «Cómo es posible que no esté nadie del Gobierno?». Y en un momento, alguien levantó la mano al darse cuenta de la sorpresa e incomodidad de los presentes, y dijo: «Estoy en representación del Gobierno, soy Marlene España, seremi de Economía».
Una ausencia que cuesta explicar, y que coloca sobre el tapete nuevamente las dudas sobre la visión de las autoridades en Magallanes respecto de su presente y su futuro económico y social.
Demás está decir que las sensaciones de buena parte del empresariado que viajó hasta Punta Arenas no son de las mejores tras el término del encuentro. Porque en este tipo de situaciones, hay que estar donde hay que estar, y hay que hacer lo que hay que hacer.