Por estas horas, oscuras sombras circulan a lo largo de los pasillos e instalaciones de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT).
La llegada de Javier Milei al poder ha puesto en un aparente camino sin retorno a varias empresas nacionales argentinas, muchas de ellas en plena operación, pero con un déficit que el nuevo presidente no está dispuesto a aceptar en su plan destinado a bajar el gasto del Estado.
De todas ellas la que menos produce es YCRT. Por caso, la situación de YPF, que posee los principales yacimientos de gas y petróleo en Vaca Muerta, y de Aerolíneas Argentinas, que brinda un servicio competitivo y alcanza numerosos destinos, es muy distinta.
Con alguna excepción YCRT hace más de una década que no produce nada en grandes volúmenes. Su existencia quedó atada al funcionamiento de la mega usina de 240MW a carbón que nunca se terminó a pesar de que recibió una inversión de unos USD 1700 millones. Hasta el momento sólo uno de sus módulos se encontraría en condiciones de operar.
En la actualidad no es posible encontrar estadísticas de producción del yacimiento, probablemente porque estas extracciones sistemáticas ya no existan.
El sector de acopio, un inmenso galpón techado, aglutina toneladas de carbón, pero en rigor la empresa no está extrayendo para el país ni para el extranjero.
Son todo incógnitas en Río Turbio. Mientras tanto, Milei aun no ha fijado sus ojos en el extremo sur. Los números no le generaría placer.
La empresa requiere unos $20.000 millones por año para sostenerse de los cuales unos $18.000 millones están destinados a pagar los salarios de sus más de 2200 empleados. El promedio salarial es alto para el pueblo, alrededor de $600 mil pesos con abonos extra salariales anuales.
No es un secreto que, por ahora, la única función del yacimiento es mantener vivo a Río Turbio que hoy cuenta con una población de unos 15 mil habitantes. Entre 2000 y 5000 personas viven directa e indirectamente de YCRT, otras 1200 personas trabajan en el municipio. Los restantes se dividen entre dependencias provinciales, educación, salud, comercio, Ejército Argentino y Gendarmería Nacional.
Hace unos días, durante la celebración de Santa Bárbara, el actual interventor advirtió que sería un “error histórico” privatizar la empresa.
La pregunta es si Milei ha pensando en privatizar o directamente cerrar la operación deficitaria. La decisión podría significar la mayor crisis social y económica en Río Turbio o incluso su desaparición.
“La salida es con el carbón. Debe convertirse en energía para ser bien vendido y volver a hacer sostenibles los frentes de producción. Tenemos tres frentes en condiciones operativas excelentes, hoy estuve viendo el 64, tiene equipamiento polaco”, explicó el interventor.
“El ramal ferroportuario está listo, la locomotora y autovía también. Con una pequeña inversión se puede sacar el carbón por Punta Loyola y con este nivel de producción y un poco más, completamos un barco cada mes”, indicó un optimista Peralta.
“Mucho no se entiende por qué los medios nacionales tiran tanta mala onda y aseguran que aquí no se produce. Todo lo contrario. Quisiera que vengan y vean cuanto carbón hay en la central de 240 MW y en la playa donde se resguarda”, siguió.
“Creemos que el Estado nacional no puede ausentarse de la cuenca y mucho menos se tiene que cerrar. Creemos que la provincia tiene un rol fundamental en la etapa que viene”, concluyó.
Para hacer funcionar la mega usina se requiere una producción anual de más de 1 millón de toneladas. Un verdadero récord que no se consigue en el yacimiento desde la década de los 70 cuando unos 3000 chilenos, la mayoría de Puerto Natales, trabajaba allí.
En los últimos 5 años el único registro oficial y declarado de producción ocurrió durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando YCRT entregaba en noviembre de 2018 alrededor de 30 mil toneladas de carbón que eran enviadas a San Juan y Brasil.