La posibilidad de integración vertical que se produciría cuando el cabotaje y administración de los muelles quede bajo una misma empresa alerta a actores del sector, toda vez que podría concentrarse la actividad en un monopolio, que podría implicar fijación de precios predatorios que perjudicaría a toda la región. Y todos los dardos apuntan a un posible beneficiado: Navimag.
No sólo los trabajadores portuarios están en alerta por futura licitación que privatizará operación de puertos magallánicos, que considera a los muelles Prat y Santos Mardones, de Punta Arenas, y al Terminal de Transbordadores de Puerto Natales.
En la operación hay una posibilidad cierta de que se produzca una integración vertical, es decir, que una gran empresa se haga cargo tanto del cabotaje como de la administración portuaria, lo que implicaría un monopolio en el transporte marítimo, un ítem clave en la economía regional.
Ya existe un antecedente que advierte que estas situaciones deben regularizarse. Respecto de la licitación del Puerto de Chacabuco, llevada a cabo por la Empresa Portuaria Chacabuco (Emporcha), la Fiscalía Nacional Económica pidió limitar participación de usuarios relevantes en el proceso.
La FNE “advirtió que el riesgo más relevante corresponde al segmento de navieras especializadas en transbordadores y el de agentes de naves, ambos altamente concentrados. Actualmente la empresa Naviera de Magallanes (Navimag) y sus relacionadas superan el 80% de participación en el transporte de carga por vía marítima y multimodal”, según consigna el portal MundoMarítimo.
«Es preocupante la integración vertical que podría implicar una posible licitación de los frentes de atraque en Aysén y Magallanes. Tenemos empresas como Navimag que concentran el 80% del tráfico de carga, y que, con licitación, ahora podrían ser dueños de los puertos”, advierte Alejandro Riquelme Ducci, expresidente de la Cámara Marítima y Portuaria de Magallanes y actual presidente de la Multigremial en la región.
“Cualquier concentración en el mercado es peligrosa y podría implicar un aumento radical en los precios de carga que llega a Magallanes y Aysén, ya que la industria Naviera está muy concentrada y suele tener malas prácticas como cuotas y precios predatorios”, argumenta Riquelme.
Similar lectura de la coyuntura hace el director nacional de la Confederación Nacional del Transporte de Carga de Chile (CNTC), Pedro Aguilar: “Es complicado cuando las privatizaciones no tienen obligaciones, por lo general se privatiza y no se dan las obligaciones correspondientes o garantías que debieran ofrecer para la gente de la zona”.
Aguilar comenta además que la experiencia no ha sido positiva en el resto del país, ya que “en los puertos de la Zona Central, los operadores cobran lo que quieren, hacen lo que quieren. Incluso hoy las navieras se dan el gusto de tener sus propias empresas de transportes. Entonces es complicado. Para nosotros no es una cosa buena. Y empieza el monopolio, la posición dominante”.
El dirigente de la CNCT también apunta contra Navimag como amenaza en este proceso: “Navimag está sólo hoy día, y hacen lo que quieren con los precios, con los itinerarios, con todo. El privado ayuda, pero complica la situación de la zona. Navimag, por tener una posición dominante en la zona, hace realmente lo que quiere. Hay un par de transportistas beneficiados, pero el resto hemos sido perjudicados con las políticas de Navimag, que no son las mejores hacia sus aliados que somos nosotros, los transportistas”.
Y ello se agravaría aún más si la naviera también fuese la administradora de los puertos. “Ellos (privilegian) el transporte del salmón, ellos van donde está la plata y al resto lo pisotean. Es así”, remata Aguilar.