Fabián Aedo Johnston, presidente de la Federación de Trabajadores Portuarios de Chile (Fenatrapochi), se mantiene tranquilo y nervioso a la vez, ya que intentan revertir el proceso de privatización que afecta a varios terminales portuarios estatales del sur de nuestro país. Además de Magallanes, están en similar situación en puertos de las regiones de Aysén y de Los Lagos.
Aedo explica el contexto y afirma que hay un serio peligro que ha quedado demostrado en las licitaciones que ya están en curso en otros puertos chilenos: “La integración vertical es súper preocupante. Según un informe del Senador Chahuan existe que hay una integración de las empresas navieras de un 40% en estas empresas que han licitado”, comenta el líder sindical, agregando que actualmente los puertos son un “monopolio del Estado. Ahora pasaríamos a ser un monopolio privado”.
Y esa es la situación que más alerta, no sólo a los trabajadores, sino a toda la comunidad, ya que tendría “terribles consecuencias para todos los magallánicos. No hay que olvidar que el puerto de Punta Arenas abastece a la región, todos los insumos que llegan para las instalaciones de empresas llegan por esta vía, no llegan por camión”.
Además, el líder sindical recuerda que los puertos son un foco de desarrollo social y le llama la atención que no se haya debatido previamente el dejar en manos privadas a los puertos. Por ejemplo, en “la ley de Zonas Extremas hubo todo un proceso en que los magallánicos participamos y al final tuvo muy buenos resultados. Por este proceso ¿A quién le consultaron? ¡A nadie!”, explica.
Sin embargo, este proceso no es nuevo. En al menos dos ocasiones anteriores, el proceso de licitación de los puertos magallánicos se declaró desierto, ya que potenciales oferentes no encontraron atractiva la oportunidad, dado el bajo crecimiento de la región.
Según explica el dirigente, el proceso en Magallanes se pudo haber licitado en conjunto con Aysén y Los Lagos, pero aquello no se concretó por situaciones burocráticas. Y también relata los peligros para los trabajadores.
“Esto significa, primero, despidos. La gente de la empresa va a ser despedida. No hay certeza absoluta de cuantos, pero van a ser despedidos en Chacabuco, Puerto Montt y Punta Arenas. Eso está claro, eso va a ocurrir”, dice el dirigente, aclarando que no sólo se verán afectados los trabajadores directos, sino también aquellos pertenecientes a las empresas contratistas.
Y eso no es todo. También habría consecuencias perjudiciales en el ámbito regional, toda vez que muchas pymes colaboran en las tareas portuarias.
No obstante, la Fenatrapochi está ejerciendo una serie de acciones a nivel nacional y regional para crear conciencia sobre el impacto que la privatización tendría en las comunidades.