Salvados por la campana una vez más. Este viernes 19 de septiembre, mientras en Chile se alzaban copas de vino y cerveza y piscos por las Fiestas Patrias, la Argentina estaba en llamas: riesgo país por 1500 y subiendo, las acciones en picada, el dólar en viaje hacia hacia los $1600 (pesos argentinos por cada dólar), una clase política expectante sobre las reales posibilidades del gobierno del presidente Javier Milei de triunfar o perder las elecciones legislativas de octubre. Caras largas, desesperación y toda la adrenalina disponible. Un estofado cuántico para definir el ánimo social de un país rico, pero perdido en una eterna crisis.

El problema o el macro problema es más o menos simple, porque al final se trata de plata: la Argentina debe pagar alrededor de US$ 6.000 entre enero y febrero de 2026 por diversas obligaciones de deuda. Como es sabido, las reservas netas del país no abundan y la semana pasada bajaron a unos US$ 39.000 millones después de tres días turbulentos en los que el Banco Central tuvo que vender USD 1100 millones ante la escalada del dólar.

Pero como en una película de vaqueros, Estados Unidos apareció en el horizonte listo para contener los fantasmas de un default en el corto plazo.

Históricamente los argentinos compran dólares como una forma de refugio natural para sus ahorros empujados por una economía desquiciada capaz de dejar calvo a cualquiera y una escena política que siempre parece a punto de la hecatombe. Pero tomando en cuenta lo caro que está su propio país los argentinos también aprovechan a gastar afuera y ahorrarse unos buenos pesos en la compra de productos que internamente están altamente gravados por impuestos. No hablemos de celulares.

Chile y Brasil disfrutan de esta movida. La ola de argentinos se encuentra marcando récords de consumo en las tiendas chilenas y esto se ha hecho sentir en los balances del 2024 y primeros meses del 2025.

Volviendo al rescate de los aliados. Hace apenas unas horas el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, anunció que ayudaría a la Argentina a superar este difícil momento.

“Argentina is a systemically important U.S. ally in Latin America, and the @USTreasury stands ready to do what is needed within its mandate to support Argentina. All options for stabilization are on the table”, señaló en X. La traducción no es necesaria. Hace un buen rato que el país no figuraba en los planes americanos. No obstante Trump y Milei parecen tener buena química. O les precupan los chinos, también es factible.

“Estas opciones pueden incluir, entre otras, líneas de swap, compras directas de divisas y compras de deuda pública denominada en dólares estadounidenses del Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro”, agregó el funcionario del presidente Donald Trump con quien Milei se encontrará mañana martes 23 de septiembre. Lo acompañarán el Ministro de Economía, Luis Caputo, y su hermana, Karina Milei.

“Seguimos confiando en que el apoyo del presidente @JMilei a la disciplina fiscal y a las reformas que promueven el crecimiento son necesarias para romper la larga historia de declive de Argentina. Mis comentarios de abril dejan claro nuestro compromiso con el pueblo argentino y con el presidente Milei”, siguió y en el siguiente posteo adelantó la reunión con Trump. “Poco después de esta reunión, habrá más detalles”, concluyó.

En la Argentina esta suerte de sube y baja es material discursivo de todos los días, pero ante la premura de los pagos pendientes, el panorama se puso color hormiga, como suelen decir por ahí.

Ahora comienza otro reparto de cartas en este juego de poker en el que todos llevan lentes oscuros y las afirmaciones de un día pueden inspirar las negaciones del siguiente.

Ahora sí, suben las acciones (hasta un 17%) y los bonos argentinos (cerca de un 10%) que hace dos días nadie quería sostener en sus manos. Bajó el riesgo país y el dólar, la última vez que miramos iba por los $1430.

De todos modos, el gobierno de Milei elimino hasta el 31 de octubre las retenciones al sector agropecuario, lo que podría traducirse en el ingreso de unos US$ 7000 millones, se calcula.

¿Cómo se materializará el rescatede los Estados Unidos a la Argentina? Esa ya es otra historia. La Argentina tiene obligaciones de pago por unos US$ 19.000 millones para 2026 y Trump y su equipo están dispuestos a ayudar, aunque todavía no existen certezas sobre el monto y el alcance de esa ayuda.

Algunos entusiasmados ya adelantan que serán US$ 30.000 una cifra que pondría al gobierno de Milei nuevamente en carrera electoral.

El Canciller argentino, Gerardo Werthein, ya desmintió los rumores. “Nunca hubo una conversación seria sobre un préstamo de esa envergadura es absolutamente falso”, aclaró a radio Mitre. “No han comenzado negociaciones con el Tesoro y si las hubiera se toman ciertos parámetros; entonces no hay, nunca hubo una conversación seria sobre un préstamo de esa envergadura”, subrayó.