Adriana Aguilar, presidenta de la Cámara de Turismo de Última Esperanza A.G., comenta que no sólo sus representados, sino que también otros gremios de Magallanes están impulsando la idea de implementar un plan piloto de apertura segura de frontera para turistas extranjeros en la región.
“Hemos sostenido reuniones primero con las nuevas autoridades, regionales y locales, también hemos activado nuestra fuerza gremial a través de nuestras redes gremiales a nivel nacional, y estamos subiendo este mensaje plasmando esta necesidad que tenemos como sector turístico en Magallanes de tener un canal directo, una frontera con un pasaporte verde para los extranjeros que quieran realizar sus vacaciones en nuestra región como destino”, explica Aguilar.
La dirigente gremial añade que aún falta bastante para tener un diseño final de como se implementaría esta iniciativa, ya que hay que dejar muy claramente establecidos cuales serían los requerimientos, entre otras materias.
“En una primera instancia habría que observar a los países que puedan ser de nuestro interés, tanto en lo económico como en lo sanitario, ver su comportamiento. También poder atender a sus solicitudes de información y de interés por venir hasta este destino y poder darles una respuesta”, sostiene la presidenta.
Aguilar afirma que es urgente para el turismo poder tener certeza pronto sobre las condiciones que se enfrentarán en el próximo período de temporada alta desde el punto de vista sanitario.
Además, sostiene que aún quizás no es necesaria la apertura de fronteras terrestres. Para el arribo de extranjeros, sería deseable que lleguen todos desde el Aeropuerto de Santiago, donde se podrían centralizar todos los controles sanitarios requeridos.
“No nos parece lógico que el Gobierno esté permitiendo que el turista nacional pueda vacacionar en el extranjero (…) Están fomentando que el turista nacional vuele, salga del país, pero no están permitiendo que un turista extranjero realice sus vacaciones en Chile”.
Aguilar pone en antecedente que Magallanes presenta un auspicioso escenario sanitario, con días con cero contagios nuevos, lo que permitiría poder hacer un esfuerzo para atraer responsablemente a los turistas extranjeros.