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Fomento al Hidrógeno Verde: ¿Un proyecto para el resto del país? [Por Mauricio Vidal Guerra]

Tal cual como hemos venido diciendo hacer un par de semanas, el Proyecto de Ley de Fomento a la Industria del Hidrógeno Verde (H2V), tiene cosas que son buenas para algunos y malas para otros. Entre los otros está Magallanes, porque hay variados puntos que hemos explicado en detalle que no son convenientes para quienes están por invertir de manera millonaria en el territorio. La voluntad de generar algo que beneficie a la región también está presente, desde los parlamentarios, pasando por el Gobierno Regional, pero dejando claramente de lado a los integrantes de la administración del Ejecutivo a nivel local, que sencillamente repiten como loros lo que les dicen que deben repetir desde la capital.

Porque la verdad sea dicha, las autoridades locales poco pito tienen para tocar. Poco hablan o se reúnen con los ejecutivos de las empresas en general. Ya lo dijo el propio presidente de la CPC, Mario Elgueta, en el programa BDR hace algunos días.

Poca visión como magallánicos escuchamos del gabinete local en sus declaraciones… Todo lo que dicen casi siempre es la resultante de una bajada central, o de búsquedas partidarias o ideológicas que poco aportan al futuro regional.

La verdad es que el proyecto fue hecho para las empresas que operan en el resto del país. No para Magallanes. Y hay tres puntos centrales que los ejecutivos de las compañías ya colocaron sobre la mesa.

Por ejemplo, apuntan a que ningún cargo en dinero a los proyectos debería pagarse antes de tener ingresos, de lo contrario es más costo de desarrollo y desincentiva la inversión. Que deban pagar el 1% contra RCA, es un desembolso de dinero adicional a los Estudios de Impacto Ambiental, sin ninguna seguridad de avanzar, pues faltan los permisos sectoriales y la eventual judicialización que no daría factibilidad a la obtención de la FDI (Decisión Final de Inversión).

Al mismo tiempo, quieren avanzar en mantener la flexibilidad respecto de la opción de acogerse a beneficios tributarios que ya existen en la región. Cabe mencionar, que la Ley como está, es obligatoria y no permite acogerse a ninguna otro instrumento tributario regional, como Zona Franca, Ley Austral, Ley Navarino… Y con esto el costo de producir en Magallanes pierde competitividad contra otro país en cartera de los titulares.

Y al mismo tiempo, que se tome en consideración que a los inversionistas extranjeros no les favorece el no tributar en primera categoría. Esto tiene relación con el retiro de fondos de los inversionistas una vez el proyecto este ejecutándose. Ellos no tributan en Chile y además tienen que pagar un 35% de withholding (Sistema de recaudación fiscal anticipada que aplica el Estado de un país sobre determinados ingresos).

O no se leyó bien el proyecto, o el escrito que entró con suma urgencia al Parlamento tenía una intencionalidad que nadie alcanzó a advertir. La verdad sea dicha, aunque muchos quieran bajarle el perfil a lo que está ocurriendo, estas semanas son cruciales. Nuevamente se reunirá la Comisión de Hacienda donde se profundizará en el tema, con la presencia incluso del gobernador regional, Jorge Flies, que tendrá que presentar alternativas a lo que está presentado. Tomando en consideración todo lo que se ha hablado con la industria y respecto de cómo avanzar.

El Gobierno ha mostrado la intención de conversar los tres temas mencionados anteriormente. Las indicaciones serán fundamentales para ver si se puede sacar algo en limpio, y que el proyecto al final de cuentas, no solamente esté apuntado a la minería y a las empresas que operan fuera de Magallanes.

A propósito de lo que planteará el ministro de Hacienda, Nicolás Grau, sobre el Presupuesto 2026 y la reducción de recursos para los gobiernos regionales, entre ellos el de Magallanes, una vez más se ve lo que hemos visto siempre. Todo se prioriza de Puerto Montt hacia arriba… Ni con Presidente magallánico hemos logrado que la descentralización en serio sea real. En la toma de decisiones, en lo presupuestario, en la elección a dedo de las autoridades, en los discursos que escuchamos a diario en el Congreso, incluso en lo que podemos producir y trabajar…

Ojalá, las últimas dos semanas hayan servido para que la modorra se esfume, y esa apertura de ojos ayude a los que tiene que ayudar, a conformar de manera eficiente y precisa la ruta ya sin sobresaltos mayores, y con las ganas de que una mega industria de pueda desarrollar en la región. Para que haya más trabajo, para que dialoguemos en cómo se avanza de forma equilibrada entre producción y medio ambiente, para modernizar nuestra matriz productiva, para ser competitivos en términos comparativos con otros países, para dar certezas, y dejar de mirar todo desde el centro.

Mirémonos desde acá, para poder crecer desde acá. Con beneficios que surjan acá y que ayuden a la región y sus habitantes. Sin paradojas ni cuentos raros. Con voluntad y cuentas claras. Con respeto, y transparencia, con diálogo y sin humo…