Magallanes con una voz propia, no una que será obediente a los partidos [Por Claudio Barrientos]
En estos días, en las casas, en los trabajos y en las conversaciones diarias, comentario obligado es que se vienen las elecciones, y hay que decidir por quién votar para elegir a los diputados del Distrito 28, que representa a nuestra región de Magallanes.
No es una elección cualquiera. Es el momento de pensar quién de verdad defiende a nuestra gente, a nuestras familias y a nuestra tierra de manera firme y con la experiencia que el cargo requiere.
Magallanes siempre ha sido distinto. Somos una región que se ha hecho respetar, que ha sabido abrirse camino para que sus demandas sean atendidas desde el centralismo. Esto ha sido posible con esfuerzo y carácter. Y eso también se ha visto en la política: aquí sabido es que no seguimos lo que ordenan los partidos desde Santiago. Aquí votamos y elegimos a las personas que trabajan por la región, no por los colores políticos ni por las peleas entre unos y otros.
A lo largo de los años, Magallanes ha demostrado que se puede romper los moldes. Fuimos los primeros en elegir a un parlamentario independiente, sin el respaldo de los grandes partidos, y eso permitió que se escuchara la voz del ciudadano común, la del vecino que trabaja, del pescador, del obrero, del jubilado. Un independiente no recibe órdenes desde ninguna sede partidaria: responde solo a la gente que lo eligió.
Eso, justamente, es lo que a los partidos políticos no les gusta. Porque un parlamentario independiente no les sirve a sus intereses, no entra en los acuerdos entre cuatro paredes, ni se presta para repartir cargos o favores. Un independiente está para fiscalizar, para decir las cosas por su nombre y para votar en conciencia, pensando en Magallanes y no en lo que convenga a un bloque político.
Muchos dijeron alguna vez que sin el apoyo de un partido no se podía trabajar en el Congreso. Pero Magallanes demostró lo contrario. Desde la independencia, se han conseguido leyes y logrado avances concretos que han beneficiado directamente a las personas. Y todo eso se ha hecho con trabajo serio, con transparencia y con lealtad hacia la región.
Por eso, cuando escuches que hay una candidatura independiente, la de Carlos Bianchi, recuerda que no es solo una más. En Magallanes, un candidato independiente debe enfrentarse a cinco listas de partidos cuyos candidatos que la integran suman sus votos entre ell@s Aun así, el trabajo y la confianza de la gente ya han logrado vencer ese sistema.
Porque aquí, en el extremo sur, siempre hemos marcado historia.
Votar por una candidatura independiente como la de Carlos Bianchi es votar por alguien que no obedece a órdenes de partido, sino a la voz de Magallanes. Es votar por alguien que escucha, que ha demostrado lealtad, y que ha defendido a la región con fuerza, sin dejarse pasar a llevar.
En tiempos, tan polarizados de extremos de uno u otro sector que poco contribuyen a las demandas de las regiones y sus habitantes y donde muchos prometen, caen solo en la crítica fácil y pocos son los que pueden exhibir que, si cumplen, elegir independencia es elegir defender a Magallanes.
Por Claudio Barrientos Mol, columnista, comunicador.
