No da para más. Es así de simple. La persona que está a cargo de la Coordinación de Seguridad Pública en Magallanes no dio el ancho y no ha habido ninguna mejora, ni rastros de aquello, en lo que va del año. Todo lo contrario, la realidad es que existe un descontrol en las calles de Punta Arenas, y que además María de los Ángeles Flores no aparece «ni en las cómicas».
La ex presidenta del Partido Socialista a nivel regional (saltó de ese cargo al que está hoy en el Gobierno) no sólo no ha actuado de la manera que uno esperaría de este tipo de autoridades, a propósito de las sensaciones de la ciudadanía, si no que además existe un pobre desempeño comunicacional a la hora de entregar señales claras y potentes en cómo afrontar un momento tan complejo en términos de seguridad.
Flores es psicopedagoga, diplomada en Políticas Sociales, Desarrollo y Pobreza; y en temáticas de drogodependencia, posee cursos en autonomía Económica y Género, estuvo en el Fosis y fue profesora de la Universidad de Magallanes. Pero de coordinación en seguridad pública ó de estrategia en la planificación y trabajo en el área que se le encomendó pareciera que no existe preparación. Y si la hubiera, no se ha demostrado, y ya es demasiado tarde para aquello.
Peor aún, en la situación más compleja y dura ocurrida el pasado 31 de diciembre cuando en pleno centro es atropellado y muerto un turista español, lo primero que uno esperaba era la presencia de Flores en el lugar del hecho, y por último si ella nuevamente no estaba, debía aparecer el nuevo vocero de Gobierno. Y a falta de alguno de los dos, alguien que hiciera la pega. Pero nada. No existe planificación ni coordinación. Esa es la realidad.
Cada vez que pasa algo respecto de los desórdenes en la vía pública, los autos roncadores, las carreras clandestinas, los accidentes cotidianos, «la barbarie nocturna» como dijo alguien del turismo, en definitiva la inseguridad pública, no hay reacción. No hay respuesta. Es como que dejaran que todo pase, que siga la incertidumbre. O sencillamente no se tiene la capacidad ni el entendimiento para enfrentar esta situación. Lo peor de todo para este Gobierno, es que ya es tarde para reaccionar. Y que lo que no se hizo, ya no se hizo.
Acá es donde afloran otra vez las movidas políticas y partidistas que se ejercen desde Santiago. Porque el cargo de Coordinadora de Seguridad Pública fue una decisión centralista, con apadrinamiento del PS a nivel central, sin que tuviera el apoyo y menos el conocimiento a nivel regional. Es decir, fue casi una sorpresa cuando llegó el nombre. Lo mismo pasa con la vocería de Gobierno actual, con apadrinamiento del PS a nivel central. Porque también es una realidad que ni siquiera Pablo Bussenius (presidente local del PS) tenía idea de como se estaban moviendo los hilos, y porque además jamás fue el nombre que se quería para ese cargo en la Delegación Presidencial.
Nada ha cambiado. Quienes pregonaban contra el centralismo hoy callan gracias a un cupo en el Gobierno. Actuando de la misma manera que lo hacían los anteriores. Y los anteriores a aquellos… y así hasta el infinito.
El lunes 2 de mayo del 2022, al llegar al cargo María de los Ángeles Flores decía lo siguiente: “Asumo este desafío con mucho compromiso y responsabilidad. Sé que la seguridad pública es un ámbito transcendental para la calidad de vida de las personas, y que la realidad delictiva ha cambiado en Magallanes, por eso la prevención es una tarea que cumpliremos con mucha vinculación con la comunidad y las instituciones relacionadas a la materia”.
Seguramente no hay nada menos motivante para las personas que escuchar o leer las mismas pobres y fomes declaraciones, llenas de frases hechas. Llenas de agradecimientos, como si fuera un premio más que un deber profundo y plagado de obligaciones. Claramente lo que dijo en mayo, al día de hoy no se refleja.
¿Dato duro? Las dos cuestiones más complejas y que más les preocupan a las personas, según todas las encuestas y estudios de opinión pública, son la delincuencia y el costo de la vida. Son dos socialistas los que están a la cabeza de dichos temas a nivel regional. En Hacienda, Cristian Gallardo, y en Seguridad, María de los Ángeles Flores.
Cabe señalar, que el propio Presidente Boric pidió tener un informe detallado de las leyes de excepción con plazo de tres meses antes que terminara el 2022. Desde Hacienda nada ha ocurrido con ese tema y fue la propia delegada Bermúdez la que confirmó el excesivo atraso en la pega que debió haber hecho Gallardo. Asimismo, respecto del costo de la vida, es el mismo seremi el que debiera estar constantemente entregando información y señales de las gestiones que son responsabilidad del cargo que tiene. Otro ejemplo de desconexión con la realidad de las personas.
Como decía Pedro Foncea en De Kiruza, «algo está pasando… algo huele mal…».
Por los poros de los edificios y las oficinas de la administración presidencial en la región expele un aire enrarecido. Algunos están más preocupados de abrir fuego amigo, de colocar a sus compadres, a sus compañeros militantes. De ver qué cupos gano y dónde voy poniendo a mis cercanos, para así, algún día, poder tocar el poder real con sus propias manos. Y no ese que se ejerce cuando has sido nombrado a dedo. Y gracias al padrino santiaguino.
Por mientras, la ciudadanía está preocupada de la subsistencia y los altos costos de la vida. Y de la inseguridad y delincuencia que se vive día a día… Sin pasar por alto que el 2022 fue el año donde más autos se vendieron en la historia automotor y que la Bolsa de Comercio obtuvo ganancias que no veía hace una década.
No hay dudas, vivimos en la esencia del contrasentido.