Era un secreto a voces, no solo entre algunos representantes de los medios de comunicación regionales, si no también entre los ejecutivos de las diversas empresas de hidrógeno apostadas en la región. Un rumor, una grabación, varias licencias. Luego de meses de incertidumbre sobre lo que pasaría con María Isabel Muñoz Antonín en el cargo de gerenta general de la Asociación Gremial de Productores de Hidrógeno Verde y sus Derivados de Magallanes (H2V Magallanes A.G.), desde la entidad confirmaron que aceptaron su renuncia. Eso en lo protocolar, porque ya se sabía que la decisión estaba tomada hace tiempo. O en rigor desde que la información extraoficial se hizo saber por fuentes ligadas a las propias compañías de hidrógeno, hace a lo menso tres meses.
Aunque los motivos informados en un comunicado de la asociación hacen referencia a algo relacionado a cuestiones “estrictamente profesionales y personales”, lo cierto es que la poca capacidad de aunar esfuerzos comunicacionales, con una mala estrategia al respecto, y con rumores surgidos desde fuentes de las propias entidades asociadas, estaba claro que solo se esperaba el término de un sinnúmero de licencias presentadas por Muñoz para acordar su salida.
Según se sabe, la forma de continuar las relaciones públicas será en duplas de turno mensuales de miembros del directorio, para asumir actividades de representación regional y nacionales.
Las últimas apariciones de María Isabel Muñoz, cercana también al Gobierno Regional encabezado por Jorge Flies, no hicieron otra cosa que dejar de manifiesto lo volátil de las sensaciones que se tienen respecto de una industria de la que se viene hablando hace cinco años aproximadamente, pero de la cual la ciudadanía poco y nada conoce.
