Y todos los años lo mismo: cuando llueve asistimos al triste espectáculo de viviendas que se inundan, humedad por todos lados, paredes llenas de hongos; cuando aparece el viento (como ahora que escribo estas líneas), recibo información de techos que vuelan, departamentos “nuevos” que no resisten las rachas que todos sabemos van a existir, existieron y existen y lo que queda en definitiva (más que el show de autoridades que van “in situ” a ver a los afectados), es que para variar y como es costumbre, ponemos cara de preocupación cuando la embarrada está desatada…Resulta que ahora, a los que han luchado por años para obtener casa propia y cuando parecía que eso era una realidad, por problemas de costo de materiales (como si no supiéramos que nos vuelan la cabeza en precios comparado con el “norte”), les dicen que sus casas tendrán un dormitorio menos y que le entregarán viviendas sin pintar…¿Qué tal?…Así funciona este negocio (solo para los de siempre, obvio) y las miles de personas en nuestro país y acá en nuestra región, ven cómo por los “va y vienes” (vaivenes) del mercado, te dicen que tendrás que tener un dormitorio menos y para variar otra vez, estas empresas que ganan dinero a manos llenas, no quieren perder pan ni pedazo y, a pesar de que el costo de esa casa -previamente pactado y acordado con el Gobierno-, considera materiales, valor hora de trabajadores, y lo que quieran poner de justificación, hora ya no es suficiente, no te alcanza y no pueden cumplir con lo pactado porque “subieron los fletes”…Miren, entiendo que por cada negocio se pretende una ganancia (cosa obvia, por lo demás), pero todos sabemos que el precio de la construcción en nuestra región está súper inflado y que si te venden una casa a tal precio, la constructora de turno ya está ganando y mucho, pero mucho dinero…No es una casa la que levantan, son cientos y lo peor, en muchos casos mal construidas, con materiales que no obedecen a las condiciones e inclemencias de nuestro clima y que por avaros, sinvergüenzas y aprovechadores, no escatiman en abaratar al máximo en la calidad de los materiales que utilizan para seguir obteniendo ganancias a expensas del sueño de miles…Hace ya mucho tiempo que nuestro paisaje urbanístico-habitacional dejó de tener relación con nuestra condiciones climáticas y que ya no vemos casas como las de antaño, sólidas, aisladas correctamente, con buenos techos, ventanas, puertas, divisiones internas sólidas ya que ahora basta con pegarle un combo a una pared (que antes te astillaba la mano), pero que ahora atraviesas, porque dichas planchas parecen carcazas de barquillo para helado que división de habitaciones y que, bajo el descubrimiento extraordinario de que son anti inflamables, vamos colocando paredes que parecen de cartón que en nada se parecen a las divisiones antiguas, de madera, con aislamientos, con fieltros para la humedad, con plumavit, ahora se impone la lógica de ahorrar, de minimizar los gastos, de aprobar la entrega de poblaciones con pasajes en donde con suerte entra usted y en ese jueguito caen todos, autoridades, funcionarios que poco y nada pueden hacer cuando te exigen colocar la firma y luego viene, la nieve, la lluvia, el viento que ahora dejó la tremenda embarrada y que desnuda que por colocar un perno, tornillo o lo que sea (disculpen mi ignorancia al respecto) de menor costo, nuestros techos vuelen por la ciudad porque no fuiste capaz de invertir en materiales de construcción más caros…Así funciona el negocio: abaratemos, que se vuelen los tejados, que se meta el agua en los departamentos, que las ventanas duren una soberana #$%&/ con tal de ahorrar, de obtener ganancias…Y lo que vamos a escuchar es lo siguiente: “nuestras construcciones se hicieron bajo rígidos controles y estándares nacionales, pero un viento como éste es una circunstancia que escapa a nuestros controles”…¿Cómo no van a cachar que en Magallanes hay viento, tontones…? Impresentable que por avaricia, por niveles de control paupérrimos, departamento supuestamente nuevos no soporten rachas como las que estamos viviendo en estos momentos…Terminen con la sinvergüenzura y el descaro de entregar viviendas de mala calidad, baratas, a costo de materiales bajísimos que no aguantan 70 km por hora…¿Qué va a pasar cuando tengamos 100?…Lo peor, cobran un ojo de la cara por casas muy bonitas por fuera, pero que no tienen relación con nuestro clima…Lo otro peor: sabiendo todos, pero todos que este negocio es así de descarado, nadie pone frenos, absolutamente nadie. Sigámonos cuidando del bicho del Covid, pero más que nada de estos bichos miserables que juegan y abusan con el sueño de tener casa propia. Malos bichos por donde se les mire y más malos los cómplices que nada dicen.