El domingo comenzó con una noticia internacional de proporciones. Los talibanes había tomado Kabul de forma fulminante, y tras su ofensiva relámpago de los últimos diez días, apenas han encontraron resistencia en la capital Afganistán. Así las cosas, el presidente afgano, Ashram Ghani, había aceptado dejar el poder a un gobierno de transición. Se fue con rumbo a Tayikistán. Así los talibanes entraron en la capital, la última ciudad que han conquistado en su carrera hacia el poder, que ya ocuparon entre 1996 y 2001. En las últimas horas, Al Jazeera difundía imágenes de los talibanes en el Palacio Presidencial de Kabul, desde donde se disponían a proclamar el Emirato Islámico de Afganistán.
Los insurgentes tienen órdenes de contener la violencia y de facilitar la salida de quienes quieran salir de la capital. EEUU ha empezado a evacuar su embajada. Unos 5.000 efectivos garantizarán esta operación que recuerda a la salida de Saigón. El encargado de negocios de EEUU, Ross Wilson, ya ha dejado la legación y se ha llevado la bandera, según la CBS.
Durante la mañana del domingo se han desarrollado las conversaciones entre el gobierno saliente y los talibanes. El presidente Ghani ha accedido a ponerse a un lado. Poco antes un portavoz de los insurgentes aseguraba que no querían imponerse de forma violenta y aseguraba que respetarían los derechos de las mujeres, incluso su acceso al trabajo y la educación.
Los escasísimos periodistas que están ahora en la capital afgana, como Richard Engel de NBC News, dan cuenta del pánico de la población que recuerda lo que hicieron cuando estuvieron en el poder en los 90. Muchos trataban desde primera hora de conseguir un visado desesperadamente.
Las calles de Kabul estaban colapsadas este domingo. El tráfico era endiablado. Los bancos han cerrado, con lo que muchos ciudadanos no han podido recuperar sus ahorros, como pretendían para salir a toda prisa.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, ha aceptado finalmente dejar el poder. El ministro afgano del Interior, Abdul Sattar Mirzakwal, había confirmado previamente que su renuncia dará paso a un gobierno de transición. Hay fuentes que apuntan a Ali Ahmad Jalali, ex ministro del Interior como presidente. Uno de los hombres fuerte será el mulá Abdul Ghani Baradar, quien llevó los hilos de las negociaciones con China, que será uno de los países que previsiblemente sí reconocerá el «emirato».
El titular del Interior ha asegurado que no habrá ataques en la ciudad. «La transición será pacífica y se establecerá un gobierno de transición», ha dicho en un discurso grabado. «Los afganos no tienen por qué preocuparse».
El avance talibán ha sido vertiginoso. A última hora de la noche del sábado se escuchaban combates en Paghman, un distrito de Kabul. También se vieron tres helicópteros cerca del Palacio Presidencial. Horas antes, conquistaban toda la provincia de Logar, al sur de Kabul. La capital de Logar, Pul-e-Alam, está a unos 65 km de la capital afgana. También han tomado Char Asyab, un distrito a solo 11 kilómetros y han capturado capital de Paktika, en la frontera con Pakistán, donde el gobernador y otros funcionarios se rindieron, según informó Associated Press. Además, se hicieron con Mazar-i-Sharif, capital de Balkh, con lo que ya dominan todo el norte.
Así las cosas, los talibanes tienen bajo su control el norte, que era la antigua zona de mayor resistencia, gran parte del sur y del oeste de Afganistán y, ahora, la capital del país. La ofensiva empezó en mayo, pero ha dado un paso de gigante en los últimos diez días.
¿Quién controla Afganistán?
El país tiene 38 millones de habitantes. Está formado por 34 provincias y 421 distritos. Los talibanes, que iniciaron el pasado mayo una ofensiva contra el Gobierno respaldado por Occidente, controlan ya alrededor del 65 por ciento del territorio. Entre sus dominios, figuran 21 capitales de provincia.