
Zona Franca: Un éxito comercial sin fiscalización [Por Mauricio Vidal Guerra]
Hace unos meses recordábamos, y poníamos en contexto, que la Zona Franca de Punta Arenas tenía sus orígenes en el año 1977 cuando se buscó impulsar el desarrollo económico y social de Magallanes, dinamizando la industria y el comercio, facilitando el intercambio con el mundo, y entregando beneficios para los consumidores locales en base al equilibrio de precios y la estabilización de los mismos. Una idea antigua, llena de lindas palabras, pero que hoy en día no se aplica, ni menos se respeta dicha fortaleza que intentaba darle beneficios a los magallánicos en general.
Porque cuando los beneficios son entendidos o utilizados por unos pocos, la gente deja de darle la importancia que se requiere, y los entiende como cuestiones ajenas a ella. Más allá de la parafernalia que se intente instaurar como discurso o narrativa para el exterior, o para medios con espacios dedicados al “ensalsamiento” de cifras que son un éxito para quien tiene el negocio, y no para los que residimos en este territorio.
Justamente, unos días atrás se daba a conocer como “noticia” por parte de la concesionaria Rentas Inmobiliarias (a cargo de la administración de Zona Franca) que obtuvo ventas por 127 millones de dólares entre enero y marzo de este año (118 mil 691 millones de pesos) y que cerró el mejor primer trimestre de su historia, registrando un crecimiento del 24% respecto al mismo periodo de 2024. Un exitazo por donde se mire en términos comerciales, y para cualquier concesionario que esté en ese lugar. Sencillamente números sin parangón. Pero, al mismo tiempo, sin ningún tipo de seguimiento del contrato entre Rentas Inmobiliarias y el Gobierno Regional.
Cualquier noticia de esta características debe compararse con esos datos que son obligatorio tenerlos, y que tienen que emerger desde una comisión del propio Gore y que no hace su trabajo desde hace muchísimo tiempo. ¿Por qué?
El éxito financiero de la concesionaria de Zona Franca debe estar fiscalizado y seguido “al dedillo” por la Comisión de Control y Seguimiento del Contrato de Concesión de la Zona Franca de Punta Arenas. Se espera que en los próximos días sean los propios parlamentarios magallánicos quienes oficien al Gobierno Regional para que de una vez por todas se entregue información al respecto. Y por otro lado, debieran ser los propios medios de comunicación los que exijan a la autoridad que se deje la irresponsabilidad no solamente de no transparentar qué ha hecho la Comisión en los últimos años, si no que además hablar del tema sin tapujos en todos los espacios comunicacionales.
Es verdad que el recinto ha crecido, ha cambiado en algunas cosas para mejor, y se ha ido convirtiendo en un centro comercial más parecido al retail, con beneficios muy suculentos para ciudadanos argentinos sobretodo. Tampoco vale la pena analizar cifras de temporada alta, donde la mayor cantidad de turistas llegan a la zona, y la gran mayoría van al recinto franco aunque sea una vez en su visita a la región. Los números son interpretados a conveniencia de Rentas Inmobiliarias, que en su derecho están de mirarlas desde ese prisma, pero lo cierto es que como magallánicos la cosa se ve de manera diametralmente distinta.
Al mismo tiempo, se viene un nuevo proceso de licitación de la Zona Franca, y de eso poco y nada se ha hablado. En este punto hay que profundizar a la brevedad y con mirada de futuro a corto plazo. En el próximo contrato se debieran exigir escenarios distintos a los de hoy, respetando el origen del recinto y en qué se beneficiarán concretamente los magallánicos, pero no solamente los ciudadanos consumidores, si no que los empresarios locales, los emprendedores, los que han hecho comercio por décadas en la región. Debemos exigir a quienes tienen que fiscalizar un contrato que nos incumbe a todos, y también la redacción del próximo, a que seamos parte fundamental en la toma de decisiones y en el respeto y seguimiento serio sobre las normas que ahí queden estipuladas,
Que el humo de números estratoféricos que solo sirven para la satisfacción de un directorio, no nos nuble lo importante. Y que de una vez por todas seamos los magallánicos los que salgamos beneficiados, no solo unos pocos, no solo el que administra, si no que los magallánicos en general.